El estilo de vida determina en gran parte nuestra salud.
Una deficiente alimentación mata más que fumar, siendo responsable en el año 2017 de 11 millones de muertes en todo el mundo –frente a las 8 millones asociadas al tabaco–, con la enfermedad cardiovascular como la principal causa de 10 millones de las muertes atribuibles a la alimentación.
Grasas, azúcares, carnes rojas, carnes procesadas, bebidas azucaradas, ácidos grasos trans…los factores de riesgo relacionados con la alimentación son las dietas ricas en sodio y pobres en cereales integrales, frutas y verduras.
“¿Cuántas comidas debo hacer al día? ¿Qué tipo de dieta debo hacer? ¿Cuántos kilos perderé?”
No existe una única dieta ni un alimento ‘milagro’, ni un número de comidas ideal, ni una fórmula mágica que nos diga cuánto perderás y en cuánto tiempo. Es necesario por fin llevar un plan de alimentación atendiendo a tu contexto y hacerlo tan cómodo que logres adherirte, sin pensar nunca más en dietas puntuales para meterte en un vestido, sino lograr mantener un estilo de vida saludable y flexible, que esto último se le olvida a mucha gente, sin lo cuál jamás será sostenible.